lunes, 17 de junio de 2013

Pocas cosas...


 Pocas cosas son tan lindas como vos cuando sonreís, cuando disfrutas, cuando sos feliz. 
 Pocas cosas son tan lindas como vos cuando caminas y tu seriedad abre las puertas a mil sensaciones.
 Pocas cosas son tan lindas como vos cuando dejas todo, cuando seguís aunque no das más. 
Pocas cosas son tan lindas como la hermosura que llevas, pocas cosas como tu sonrisa, pocas cosas como tus ojos, pocas cosas como tu voz.
 Pocas cosas como tus besos, tus palabras, tu apoyo, tu carisma, tu esfuerzo, tu comprensión. 
 Pocas cosas como tu mente; como tu corazón, que más que latir, siente, que a veces, más que decir, calla. Pocas cosas como los sentimientos que tenés, como tu capacidad para todo. 
 Poco como tu persona, poco como tu hermosura.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Sol.

Cada vez que me desarmo, cada vez que pierdo en una guerra contra mí misma, cada vez que caigo, cada vez que todo parece perdido y no hay por qué seguir, ella me mira, me sonríe, y vuelvo a creer. 
Porque de sus ojos proviene una pureza única, capaz de invadir todo mi ser y llenarme de amor. Porque su sonrisa despierta mil sentimientos, es capaz de reparar corazones de cualquier mal que hayan sufrido, es única. Porque voz transmite la paz que se necesita en momentos así, y por sus oídos da gusto ser escuchada. 
Cada parte de su pequeño ser es única. Ella es única en todas sus dimensiones, en todas sus fases. Y no existe otra igual. Desde un primer momento, cuando le regalé una estrella, supe que nacía un sentimiento incomparable, y qué mejor que darle amor. 
Mantiene la calma, la fuerza, la hermosura, la delicadeza, en cada paso que da, en cara pestañeo de sus ojos azules, en cada palabra que sale de su boca. Es tan única que jamás nadie podría reemplazarla, es tan única que no podría arriesgarme a perderla por miedo a no encontrarla, es tan única que la quiero mía.
Me mira, me sonríe, y vuelvo a creer.
Te amo. Te amo tanto amor de mi vida.





Realidad. III

Y más allá de todo, lo quería, incluso cuando se había mentido a ella misma para no lastimarse, cuando sostenía con firmeza sus palabras, cuando se juraba ser fuerte y no caer, fue cuando se quebró, su interior se desarmó en mil pedazos, creyó que su corazón no haría más que latir, que no iban a salir de él sentimientos hacia otro, nunca más.

Realidad. II

Entendió que sus sentimientos, por honestos, por reales, por sinceros, no alcanzaban. Que se encontraban juntos, una vez más, pero que todo valía nada. Se sentia sola, aún estando en su compañía, pero lo amaba... No era el tipo de soledad física, sino emocional, donde teniéndolo a su lado, sin importar por cuanto tiempo, sabía en su interior que no iba a poder retenerlo por siempre, y esa soledad era emocional, se sentía sola, porque él nunca la iba a amar.

Realidad.

Entonces, casi de repente, ella suspiró... Lo amaba.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Él.

Alto, una cabeza por encima de ella, cabello castaño oscuro y ojos color café. Su piel se veía bañada de luz, de rostro reflejaba pureza. Su sonrisa era la salvación de ella. Su cuerpo era contención. Sus manos grandes acariciaban su rostro y su cabello con serenidad.
 Se lo veia enamorado, endulzado por el gusto de disfrutar tiempo a su lado. Parecía único. Era sanamente envidiado por cualquier otra. Ella lo tenia todo, él era todo para ella.
Les gustaba caminar, disfrutaban mucho de hablar y también disfrutaban de compartir silencios mirándose a los ojos. Se miraban, se encontraban uno en el otro y se sonreían.
Parecía como si toda su vida estuvo buscándola, igual ella. Un dia se encontraron. Desde ese día se juraron amor, fallaron también, rompieron promesas, pero supieron unirse y juntos, superaron cada obstáculo que se les presentó.
Él amaba profundamente la manera en que ella caminaba, como sus ojos se cerraban cuando le daba de lleno el sol, como su cabello de movía cuando corría, amaba la forma de su cuerpo, su cuello y sus brazos, sus manos llenas de calor, amaba su pequeña nariz, amaba la forma de sus ojos al estallar en risas, amaba su dulce voz, amaba escucharla contar largas historias, amaba que ella le hablara de su vida. Amaba también el contraste de su presencia con el resto de las personas y con la misma naturaleza, ella resaltaba por encima de cualquier otra; en invierno ella se mimetizaba con el frío a su alrededor, en otoño resltaba entre las hojas caídas de los arboles y en primavera ella era una flor más, en verano se invadía de frescura.
Él disfrutaba de llenarse de su presencia, adoraba tenerla en sus brazos, la llenaba de besos.

domingo, 21 de octubre de 2012

Lo hago por mi.


Atrás de nosotros dos estoy yo llorándote un fin de semana. Atrás de nosotros dos estoy yo pensando en nuestros besos. Atrás de nosotros dos estoy yo sabiendo que mis palabras no te cambian para nada. Atrás de nosotros dos te pienso hasta la tristeza. Atrás de nosotros dos te recuerdo infinitamente. Atrás de nosotros dos pienso en lo que pudimos haber sido.
Tengo que poder olvidarte. Necesito ser fuerte por mi. Juro que la próxima vez no va a ser lo mismo. A partir de ahora mi vida empieza de nuevo sin vos. Como si no hubiésemos sido.
 Hoy sos un recuerdo.